martes, 24 de febrero de 2015

¡Lesionado!

Esto se llama empezar mal la semana, ayer lunes salí a entrenar tras las excelentes sensaciones en La 7K de las enfermedades raras. El plan era un rodaje de 15 km a ritmo suave para desentumecerse un poco ya que tenía un leve dolor en los cuádriceps de ambas piernas, las típicas "agujetas" que tras estirar y un poco de calentamiento se me han disipado. El caso es que a los 30 minutos de rodaje he notado un pinchazo por la parte del tobillo. No muy intenso, pero lo suficiente para dar un respingo. Los corredores populares muchas veces tendemos a ignorar estos avisos/señales, como diría Valentí Sanjuan: "Aquí no se para ni Dios".
Y es lo que hecho, ignorarlo. Cosa de un minuto después... Pinchazo no, lo siguiente. Martillazo diría yo, en la rodilla del mismo lado. Me ha dejado doblado, doblado que vamos, no he podido ni andar. Así que me ha tocado coger un taxi y vuelta para casa. Ahora mismo, unas cuantas horas después estoy mejor, pero aun me duele bastante. Si sigue así tendré que ir a que me lo miren.
A veces, bien porque nos sentimos fuertes, porque estamos de subidón, o por lo que sea, no dejamos al cuerpo descansar. Y tan importante es el dejar que el cuerpo se recupere de los tutes que le damos como el entrenamiento en si. Y si no descansas voluntariamente, ya lo harás por la fuerza como me ha pasado a mí.
La putada es que me hacía mucha ilusión correr la IX Carrera del Ebro y tengo serias dudas de si podré correrla....

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