Por las patas abajo

Tras las 10k de Huesca, nada hacía presagiar la fura semana que me iba a encontrar.
Hay veces, que el destino, la casualidad, la mala pata o vaya usted a saber el qué, nos señala con o sin motivo y nos hace caer en lo más profundo de los abismos.
Estos días he tenido un invitado no deseado, del que aún estoy un poco renqueante. El lunes por la noche, se presento, con premeditación, nocturnidad y alevosía un virus de estos que provocan la mal llamada "gripe intestinal". "Sólo" ha estado conmigo 48 horas pero me ha dejado echo unos zorros. Fiebre elevada, gran diarrea, deshidratación severa, vómitos.. Todo esto empezando el lunes por la tarde. El miércoles empecé a encontrarme bien, muy flojo, pero por lo menos me podía levantar de la cama. Ayer fue el primer día de la semana que pude salir a ver que tal me encontraba al trote, y la verdad que estoy estaba muy muy flojo, además de que se me hizo muy largo el entrenamiento.
Y hoy he vuelto a salir, y bueno, me encuentro bien, pero creo que he dado algo de bajón respecto a la línea que traía después de tantas semanas de competición.
La cosa no tendría mayor importancia a no ser por la Saputo, que se celebra este domingo. Voy a tomar la salida corriendo como tenía previsto, pero es evidente que no puedo correrla como una media maratón como tenía previsto, me la tengo que tomar con muchísima calma. Quizás sería mas sensato no salir, pero muchas veces en este deporte puede mas el corazón que la razón. Así que el domingo tocará sufrir, por distancia, por estado y por el tremendo calor que se espera.