miércoles, 30 de septiembre de 2015

IX Maratón de Zaragoza 2015

Dos días después de la burrada llamada maratón, y todavía dolorido, creo que es momento de escribir mi experiencia, que aún está fresca.
Vista desde la barrera, una maratón impresiona, y ser uno mas de los más de mil protagonistas que terminamos la carrera, hace que aún me impresione más.
Una maratón no empieza el día de la carrera. Ni tan siquiera el día anterior, cuando recoges el dorsal. Para mí, comenzó en febrero, cuando me hice la inscripción conjunta a la media maratón y a la maratón, cuando aún ni se me había pasado por la cabeza intentar el asalto a los 42,195 km. La verdad que no sé muy bien porqué me inscribí a la conjunta, en aquel momento, estaba preparándome para asaltar los 21,097 km, tras haber corrido algunos 10K y 12K. Debí pensar, que bueno, que la media la haría porque ya habría echo alguna, y que la maratón, pues por lo menos, me presentaría en la salida y a ver lo que pasa.
Creo que el momento que realmente me decidí a pelear por los 42, fue tras terminar la Media Maratón de Sabiñánigo, carrera en que me lo pasé en grande, que acabé muy fuerte (por no decir que la hice como me dio la gana y sin sufrir nada) y en que me sentía que podía con lo que me echaran. En aquel momento sentí la llamada de los 42. Y fue cuando empecé a alargar tiradas, a buscar circuitos más exigentes, etc, etc.
¿Por que no buscar un grupo de entrenamiento? Quizás hubiera sido más fácil hacerlo así, con una disciplina de grupo, pero por temas laborales, sólo tenía una pequeña franja horaria por la mañana para entrenar y también que prefiero entrenar solo. Así ni me lastran, ni lastro a nadie.
Fueron pasando las semanas, los meses, y llegó el día de la feria. Aunque no vivo excesivamente lejos, preferí pasar la noche anterior cerca, por no madrugar más de lo necesario.
Tras la visita a la feria y recogida del dorsal, análisis de la famosa bolsa del corredor:


"Mochila" de plástico, Camiseta, dorsal, caldo, frutos secos, gominolas, bollería, botella de vino, revista de la prueba y publicidad varia. Ah, y un bolígrafo.
Una buena cena, y a la cama prontito, que había que intentar dormir.
Y sonó el despertador, a eso de las 5:30 de la mañana. No me supuso mucho esfuerzo levantarme a esas horas, ya que es mi horario habitual. No en domingo, pero si de lunes a viernes.
Primera faena del día: Desayunar, hora: 6:30 AM


Algo de tortilla, tostada con jamón serrano, zumo, bollería, café y un plátano. No se si es lo más adecuado para una maratón, pero cayó todo. Todo excepto la planta, que estaba para decorar. Lo más curioso es que no se me hizo pesado, e incluso recuerdo que en el km 28 tenía hambre...
Y a lo tonto, hora de plantarse en la salida:

Tenía claro que quería colocarme en cola de carrera. Por lo que sea me dieron el dorsal en verde en vez de en negro. Me puse en la parte de atrás en un hueco, entre la liebre de 4:00 y 4:30. 
Y a lo tonto, comenzó la carrera. Y nada de dejarse llevar por los gritos, nada de sprints al empezar, tranquilidad absoluta y ritmo cochinero. que 42 son muchos km. Al pasar por la salida, el Speaker decía: "Los primeros 30 los corren las piernas, los 10 siguientes la cabeza y los 2 últimos el corazón". Y allá que salimos hacia el primer Km, yo no paraba de repetirme, "no te vuelvas loco, tu a lo tuyo". Al cruzar el puente Santiago, ya íbamos bastante estirados y ya se formaban grupos. Recuerdo que dos corredores me adelantaron, ponían a parir a uno del curro.. Ya ves, en Aragón alparceamos hasta corriendo maratones..
Llegando al km 2, me adelantó un grupo de unas 8 o 10 personas que se iban turnando para empujar unas sillas de ruedas, con dos chavales, no se exactamente de que iba la cosa, algún tema relacionado con discapacidades. Aún se escuchaban muchos gritos de euforia, corredores saludando...
Pasado el km 3, nos disponemos a cruzar el puente de piedra, y a mi derecha, un corredor, corpulento, como yo, ataviado de negro, pregunta si estamos cruzando el puente de Hierro.., Ojalá, para eso aun queda un mundo, mejor no pensar en ello. Cruzo el puente, giro a la izquierda, y primer paso por Echegaray y caballero. La próxima vez que pasemos por ahí en esa dirección, estaremos cerca de acabar. Justo en ese momento, vemos a la cabeza de carrera en sentido opuesto. Para ellos ya es el km 5 y pico. Y van a toda leche. Al rato, llegamos a ese punto y he visto el cartel del km 40, por un momento se me viene el mundo encima, pero quito ese cartel de mi vista y me fijo en mi entorno, puesto que parece que ya tenemos definido el rimo de carrera y echo un vistazo a mis compañeros de viaje (por el momento).
Delante de mí, tres miembros del Running Fisio Zaragoza, a mi izquierda el corredor corpulento que he nombrado antes y a mi derecha un hombre de unos 50 años, delgado con una camiseta que tiene impresa una representación artística de la bandera americana. Me gusta el ritmo, me siento cómodo, así que ahí me quedo.
Llegamos al Km 6, el Corredor corpulento, decide que vamos muy lentos y acelera, se va solo, ganando metros poco a poco. Justo al llegar al 7, tras girar a la izquierda y encarar Cesareo Alierta, le veo, a lo lejos, increpar a un espectador. Desconozco el porqué. El corredor está cabreadísimo, y el espectador pone cara de no entender nada. Otro corredor habla con el, mientras le aleja del lugar.
Un poco más adelante me percato, de que vamos a pasar por debajo de un puente, para subir a el y cruzar al otro lado de la calle. Espero que se vaya mejor por ahí, sólo nos separa del tráfico unos conos, y estoy tragando humo de autobús a mansalva. El trazado está subiendo, y según nos aproximamos al km 10, se hace más notable. Lo que también se hace más notable es el ruido, justo al final de la subida, veo un arco y el motivo de tanto jaleo. Un Grupo de animación que lo esta dando absolutamente todo. Música cañera y desgañitándose las gargantas como si no hubiera un mañana. Realmente dan ganas de acelerar, pero el arco me recuerda que cuando volvamos a pasar por ahí será el 21, así que quieto parao.. y en eso, que pasa la cabeza de carrera en sentido contrario.. ¡Cielos santo!
Km 11, en la zona exterior del parque grande, la calle pica para arriba, otros tres corredores venidos de atrás se incorporan, y comentan como van las cosas con los tres de delante:
-¿y como vas tan lento?
-Pues que decidí que hasta el km 30 iba a ir muy despacio, y la verdad, lo estoy disfrutando muchísimo.
Un par de giros a la derecha y encaramos fuerte bajada, hacia el corazón del parque grande. Esta zona ya la conozco, por la 7k enfermedades raras y 12k del rincón. A los locales esta zona les aburre, la tienen muy vista. Ojala tuviera yo un sitio así para poder entrenar.
De repente, pierdo al americano, se ha parado a mear, y como el, un montón de gente. Es una pena que este lugar se convierta en un urinario. Muy bonito, eso si, pero urinario.
A la vista el avituallamiento del km 15, la verdad, me apetece el powerade..¿en vasos?.. Pues si..
Me he descolgado unos 10-15 metros del grupito, bueno, no es preocupante, a partir de ahora, es una lucha en solitario, como en casi todas las carreras.
Me estoy aproximando al km 16 y vuelvo a oír ruido, música cañera, y mucha gente haciendo pasillo. Gritan mi nombre, ¿me conocen?.. no, es el dorsal, olvidaba que están con el nombre. ¿ya me empieza a fallar la cabeza? Les agradezco los ánimos aplaudiendo al grupo, que me sacan una sonrisa y sigo a lo mío, toca hacerse tooodo el canal arriba y abajo, volviendo a pasar por aquí, por el Km19 y el grupo no ha perdido un ápice de energía. Un corredor cojea, y se pone a andar, me intereso por el:
-¿Estás bien?
-más o menos, se me está subiendo el glúteo cada dos por tres.
Se queda conmigo unos metros, pero se vuelve a parar. Le doy un grito de ánimo y sigo.
Tan solo unos metros mas adelante alguien otro corredor andando, lleva el dorsal en la mano, y habla con alguien a su lado.
-"Es querer y no poder, quiero seguir, pero no puedo.."
Esto se pone feo por momentos...
Km 21, Arco de media maratón, el grupo que había, sigue ahí con mas energía aún, no se cómo las gargantas les aguanta. Aquí también hay speaker y reloj. 2h12. Las matemáticas dicen que se hace en 4 y media, pero me parece a mi que no será así. Arramblo con todo el agua y fruta que puedo, y aprovechando el largo tramo cuesta abajo, intento descansar un poco las piernas, que me da la sensación de que se me están cargando un poco.
Km 23, al ver el cartel, recuerdo que en competición, no he pasado de aquí. Mi carrera más larga ha sido esa.
Km 24, a partir de aquí, es terreno desconocido para mi.
En el kilómetro 26, me encuentro con un corredor habitual, del club os andarines, No se su nombre, pero le tengo visto de muchas carreras, la última vez que coincidí con el fue en la media de Olorón. Está andando con gesto de dolor.
-¿Que tal va todo?
-"Más o menos, voy jodido de isquios, estoy andando un poco a ver si los recupero"
-¡Animo!
Justamente antes del Km 27, cuando el trazado se reincorpora a Miguel Servet, en un giro a izquierdas. aparece por dicha calle, desde la derecha un corredor, que estaba andando hace un rato.
Me quedo un poco confuso..¿Se ha saltado el km de vuelta al parque este de las fuentes?..
Salimos a la Z-30.. se abre el paisaje, no hay publico, algún runner entrenando, pero se siente desolación y abandono.. rectas largas, y ascendentes.. ahora si que empiezo a sentir cargadas las piernas. De cabeza, voy bien. Me adelantan algunos corredores. No es mi guerra, pero quieras que no, me jode. Me jode, pero me aguanto. A lo lejos, veo el puñetero puente que me fundió en la media maratón. La putada es que la otra vez estaba mucho mas fresco que ahora. Según lo subo, voy alcanzando a alguno de los que me adelantaron hace un rato. No me emociono demasiado, espero que no me castigue mucho el puente. Km 29, con el puente superado, se ve el pilar a la izquierda. Esto es terreno conocido de la media maratón, espera el barrio de Jesús. Es curioso, pero de repente me entra hambre...
Veo el avituallamiento del 30, me dicen que sólo les queda agua y mas bien poca, la racionan en los vasos de powerade. Menos mal que llevo mi bidón, aunque no me queda mucho. Y además, tengo hambre.
Y ya estamos aquí, paseo longares para arriba, Se escucha al grupo de animación. Se que lo están dado todo, pero esta vez.. no consiguen su objetivo. No son ellos, me temo que soy yo. 
Km 32, y no acabo de encontrarme bien. Las piernas me duelen, y aunque no tengo excesiva sensación de cansancio, tampoco tengo sed, y la sensación de hambre de antes tampoco. Empiezo a estar hasta las narices.. y para colmo, viene como una exhalación la liebre del 4:30 con un grupo de 6-7 corredores, que me adelantan con una facilidad pasmosa. Ni intento seguirlos, la liebre, comenta:
-"Pues ya hemos pasado la mitad del paseo longares, con paciencia todo se acaba. Esta zona para correr es una mierda, para mi, y para todos los de Zaragoza. El día que se quite esta zona del recorrido, se batirá el récord del mundo"
Km 34, enfilo, después de varios giros, la recta del paseo longares de nuevo. ¿Este es el famoso muro? Me siento muy desmotivado y cansado. ¿Y todavía quedan 8 kilómetros? No pienses en eso, no pienses en eso. En un km tienes otro avituallamiento, antes hay que cruzar el puente de Hierro. Dos veces. En la primera pasada, estoy viendo a los que están por el km 38. Estamos todos jodidos. Eso no me ayuda. Puente otra vez, justo al final, el avituallamiento. Me paro un segundo, aunque ni tengo hambre, ni sed, me trago un puñado de trozos del plátano, un vaso de powerade, agua.. Veo a un patinador, y le pido que me "chuflee" todo el tren inferior. Por un momento me siento mejor, pero en que reanudo la marcha.. estamos igual.
 Km 36 y la breve subida a la calle Sobrarbe se me hace eterna. Adelanto a dos corredores, y me pasa el Americano a muy buen ritmo. Pues si que está fresco el muy....americano.
Esto es ya un via crucis, enfilo el km 37, aquí ya hay público, que grita y anima, se lo agradezco con un gesto, pero no me anima nada de nada. y para colmo, hay que comerse toodo el paseo Echegaray y caballero y volver. 
Km 38, estoy mal, muy mal. empiezo a andar.. bueno, a malas, podrías hacer lo que queda andando, pero no estoy tan seguro, me duelen muchísimo las piernas, tengo mucho calor, no me queda agua y empiezo a llorar de impotencia. Me estoy rindiendo. Aquí me pasó algo raro. No se como ni porqué, pero dije en voz alta (Alguno se me quedó mirando): "¿te vas a rendir ahora?,¡No te rindas!" y volví a correr. Muy despacio, pero avanzaba.
Km 39, control de chip sorpresa. "aun quedan tres"... esto es una riada de emociones, me vuelvo a hundir en la miseria, pero sigo avanzando. Alguien me pasa un botellín de powerade y me dice: "Santiago, que ya lo tienes, es todo cabeza, tan solo cabeza" No tuve fuerzas para decirle nada, y me tragué el bote de powerade. Un poco más adelante, el americano andando. Yo también me pongo a andar. otra vez. Me estoy acordando del que decía en el parque grande, "quiero y no puedo" La cabeza parece que ha recuperado la cordura, pero estoy extenuado. Llego al cartel de 40, y veo un poco mas allá el avituallamiento. Pido otro chufletazo, me trago un botellín de agua, y me echo otro por encima. Encaro san Vicente de paúl. y veo el cartel de 41 km. no se cómo me vengo arriba y vuelvo a correr. Adelanto al americano, y me voy adelante. Me duele todo, pero da igual. En ese momento, supe que lo iba a lograr. La calle don Jaime está volcada. Adelanto a dos más, El adoquinado de Espoz y Mina.. Esto se acaba, esto se acaba, sigo corriendo, pero estoy desbordado, empiezo a llorar, tengo la piel de gallina y lloro como una magdalena, me cuesta hasta respirar. Intento mantener la compostura, pero es salir a la calle Alfonso, y ver el Arco rojo del km 42, y aun lloro mas. Ovación y aplausos.. La plaza del pilar, ¡Al fin! Veo a la derecha a mi Ángel de la guarda, que grita más que nadie al verme. Por un momento me hago el fuerte, "¡Te quiero mucho! ,le grito. Quedan dos curvas a la izquierda, y una pequeña recta veo el arco de meta. 4h41.. ¡Que más dará! ¡Que cara es esta línea de meta, pero ya te tengo, hija de....! Cruzo la meta, oigo el pitido del chip.. y otra vez a llorar....



2 comentarios:

  1. Enhorabuena!! La primera maratón siempre es una experiencia inolvidable. Yo me estrené el año pasado en Zaragoza también y este noviembre ya haré mi cuarta en Valencia. Espero que sigas disfrutando de esta mágica distancia. Salud y kilómetros

    http://correalamarchica.blogspot.com.es/2015/09/ix-maraton-de-zaragoza.html

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    1. otrolocomasquecorre11 de octubre de 2015, 17:37

      Muchas gracias, asaltaré mi segunda en Madrid en Abril de 2016. Me gustaría valencia pero la veo demasiado próxima. Un saludo.

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