domingo, 27 de septiembre de 2015

Empieza la Guerra

Llegó el día soñado y temido. La plaza del pilar está casi irreconocible. Música, los arcos de meta, el cronómetro marcando lo poco que nos queda.. Algo más de mil doscientos locos nos hemos plantado aquí, en la línea de salida. Se huele la tensión y el nerviosismo, según se acerca el momento. Más que nervioso, estoy aterrado. ¿Quien me mandaría a mi meterme en estos fregados? Hay que reconocer que el ambiente es fantástico, y eso quieras que no, te aúpa bastante, pero hay que mantener la calma. Sobre todo al principio. Conserva todo lo posible, hay mucho tiempo para correr, veremos si en el último diez mil te queda algo para hacerlo.
Cinco minutos, algunos corredores aún están entrando al cajón de salida, Otros estiran y terminan de hacer sus últimos trotes de calentamiento.
Dos Minutos, muchos se desean suerte, hay clubes enteros, y gente venida de muy lejos. Yo correré conmigo mismo, con mis demonios y temores, con mis dudas y recelos. Cerca de mí, un corredor de cierta edad, probablemente ya jubilado. Probablemente haya corrido decenas de Maratones, pero en sus ojos se ve la ilusión de un debutante. Seguramente te dará una paliza, no es tu guerra.
El Speaker, jalea a los "Valientes" (o locos de remate) que nos vamos a dar una soba de las buenas, nos anuncia menos de un minuto.. Llevo esta semana escuchando que el mayor enemigo no va a ser el dolor, ni el cansancio, ni la distancia sino mi propia mente.. Miro a mi ángel de la guarda que siempre me acompaña, creo que está mas asustada que yo..
Quedan unos segundos, el speaker cuenta atrás, el público se viene arriba, muchos corredores también. Cierro los ojos, inspiro profundamente, por un momento, tengo una sensación de paz enorme, me siento como en un trance., son unos segundos eternos. Suena el disparo, que me saca de mi evasión, suelto todo el aire, estoy en la parte final, así que aun tardaremos unos segundos en movernos. Abro los ojos, vuelvo a mirar a mi ángel, que grita más que ninguno de los que están ahí, suelto mi grito de guerra ¡VÁMONOS! . Nos movemos. Empieza la lucha...

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