2:35:00. Esto va a ser largo de cojones, 20 minutos más que en Zaragoza. Por el momento.
Aprovecho la bajada para intentar relajar piernas, brazos y demás, nos vamos a adentrar en el parque del oeste de camino a la casa de campo, que alguna rampa hay pero no será tan salvaje.
Km 23 y pico. La pierna me arde, está desatada, la cosa va a ir a más.. mierda, mierda, mierda.
Km 24 y pico, mi pierna ha dicho basta, me he parado un momento, pero al intentar reiniciar la marcha dice que tururú, que no corre ni un metro más. veo peligrar esto, pero me jode cosa mala. Pruebo a caminar. Eso sí. Alguien me dijo una vez que de correr despacio a caminar deprisa no hay mucha diferencia. Lo vamos a poner en práctica, a ver que pasa.
Paso el avituallamiento del 25, me preguntan si estoy bien, respondo que la pierna está tonta, a ver si se le pasa la tontería.
Me adelanta un corredor, le había visto al poco de la salida, está haciendo la maratón marchando.
-Intenta seguirme, que la hacemos en 5 y media!
Y prometo que lo intenté, pero el cabroncete parece que no, pero va rápido, demasiado rápido.
Le doy las gracias y sigo con mi movida, que en este momento está en no abandonar.
Km 27, casa de campo, ando a paso vivo, es lo único que puedo hacer. De aquí no me voy, me van a tener que echar. Si me alcanza el coche escoba, me tendré que subir, pero no voy a ser yo el que lo espere.
-Llevo un rato detrás de ti y voy más rápido andando que corriendo -Me dice una voz
-Ya llevo un rato andando, la pierna no me deja correr - respondo.
-Anda, si eres tocayo..
Está a mi altura, lleva un estilo medio andando, medio corriendo, corredor veterano, se le nota curtido y no voy muy desencaminado, me cuenta que lleva 223 maratones, pero lo que a le mola de verdad es la ultra larga distancia, el pegarse 14 horas por el monte y eso. Yo flipo.
-Aquí hay límite de tiempo, verdad? - Me pregunta.
-Seis horas en teoría, pero no se si desde que se dá a la salida o si desde que sale el último.
-Ostia, por que km vamos?
-Según mi reloj, por el 28..
-A ver.. -Se pone ha hacer cálculos mentalmente- Pues en algún momento tenemos que intentar correr, me está dando 6 horas 20.
-Pues no se yo..
-Joder, sería la primera maratón que no me homologan.
Poco a poco, sube el ritmo, yo ya no puedo seguirle.
-Tocayo!, que hace un rato que no te oigo!
-No me esperes, intenta llegar.
-¡No me jodas tocayo!, retirarse nunca eh!, ¡Te veo en meta!
Le voy viendo alejándose poco a poco. La verdad que me ha venido bien, ha sido un rato agradable, y algún km ha caído. Va bromeando con la gente, es su forma de no comerse la cabeza. Por un momento, parece que me siento mejor, y comienzo a correr. No duraría mucho, tras pasar el km 30 (3:55:56) hay una subida monstruosa. Corta pero monstruosa. A andar otra vez. Vuelve a aparecer el corredor disfrazado de novia, y mi tocayo se para a vaciar vejiga. Si no fuera por estos ratos..
Aparece una bajada larga, conozco la zona, y luego se que hay un tramo largo medio llano, medio bajada antes de la tortura del final. Pruebo a correr, no sin dolor, pero parece que responde un poco.
Km 33, en esta zona de la carrera sólo veo gente andando, lo cual me alivia un poco, se que en poco más de un km tendré que volver a andar, porque será todo para arriba hasta meta. Y no precisamente floja. Hago mis cuentas.. Hay que ir por debajo de 8:30 m/km, sino no voy a llegar. y quedan menos de 10..
Cerca del Km 34, calle de Segovia, la cuesta es infernal, estoy andando todo lo que puedo. Veo a un matrimonio que quiere salir con su coche de la zona y hablan con un policía. Les dice que es cosa de media hora, que ya se ve el final de carrera y los buses escoba. Cometo el tremendo error de mirar atrás, y efectivamente, ahí están, al final de la calle. Mierda, mierda, mierda.
Km 35, la policía está empezando a abrir el tráfico parcialmente, por si la cosa no estuviera complicada, aún más.
Km 37, Estación de atocha, oigo música cañera. El grupo se ha bajado del escenario y esta haciéndonos pasillo para animar mientras da caña. Intento correr otra vez y enfilo el paseo del prado, en subida pero no tan burro. Ya han desmontado el arco de salida, todavía hay que subir a colón antes de enfilar al retiro. Tengo que andar a ratos, voy adelantando a algún corredor que camina, la hora esta justa de cojones.
Avituallamiento del Km 40, la cosa parece hecha pero nanai de la china, la calle es una pared y tengo el cierre de carrera a menos de 200 metros. joder, joder, joder.
Tras dos giros a la derecha, la calle desciende. Echo a correr, se me están echando encima, en este mismo momento, soy cierre de carrera, los patinadores que marcan el fin, hacen ruido, animan, estoy más preocupado por el cierre que por la pierna. Me da igual llegar el último, lo que no me da igual es que me hagan subir al bus tan cerca ya.. no se como consigo correr.. ya veo el Km 41..
Adelanto a unos cuantos corredores igual de jodidos que yo y entre ellos a un anciano, escoltado por 3 chavales. ¡Cielos! este hombre está jodidamente mal. Como veo que va acompañado, sigo para adelante.
Giro a la derecha, aparece el retiro.
-El puto retiro de los cojones, ya era hora-- digo en voz no muy alta.
El corredor de mi izquierda, se me queda mirando sorprendido pero no me dice nada. Entramos en el retiro y escucho una voz familiar.
-¡Ya lo tenemos tocayo!
-Que jodido ha sido, que jodido.
Me adelanta, acompañado por el corredor vestido de novia. No hay mucho público pero es ruidoso.
Se ve la meta al final de la recta. En este momento es cuando todo se desata, cualquiera que haya vivido una maratón sabe de lo que hablo. Esa batidora de sentimientos... ríes, lloras. No has cruzado la meta todavía pero el aluvión es inevitable. Estás desatado. Miro el reloj 5:58:25.. por los putos pelos. Grito. Mezcla de dolor, Rabia y alegría..
-¡Ya te tengo, hijo de puta!-
Y es en ese preciso momento, en el que todo el esfuerzo, entrenamiento, malos ratos y luchas contra uno mismo, cobran sentido.
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